jueves, 25 de marzo de 2010

Alfabetización emocional de familias en riesgo psicosocial

1. Título del programa o proyecto: ALFABETIZACION EMOCIONAL DE FAMILIAS GENERADORAS DE RIESGO PSICOSOCIAL A LA NIÑEZ EN EL DEPARTAMENTO DE LA GUAJIRA.

2. Propuesta de acompañamiento psicosocial: “UNA FAMILIA FELIZ, HACE UNA NIÑEZ SIN RIESGO”

3. Resumen ejecutivo o perfil del proyecto o programa

Esta propuesta de investigación surge como una pretensión de atender a largo plazo, desde el Programa de Psicología y sus cursos de intervención psicosocial, a una población tan vulnerable a situaciones de riesgo como lo es la niñez de nuestro departamento, considerando los diferentes factores psicosociales que pueden interrumpir su sano crecimiento integral.
Se plantea inicialmente realizar un estudio de tipo cualitativo y cuantitativo que nos permita formalizar un diagnóstico situacional donde se identifiquen los sectores geográficos tanto en la zona urbana como rural, que cumplen con una mayor incidencia de esta problemática, apoyándonos en instituciones cuya función se relaciona a la protección de la población determinada como objeto de estudio.
A partir de esto, se plantearán estrategias de intervención psicosocial que apunten a la atención integral de la población indicada con mayor demanda, las cuales


4. Instancia de la UNAD o entidad que presenta

El programa de Psicología, para el cumplimiento de la O.P. 4 sobre la generación de mapas de conocimiento para fortalecer los desarrollos disciplinarios, inter y transdisciplinarios y el desarrollo regional, aporta al proyecto de atención integral a poblaciones vulnerables desde los cursos de intervención psicosocial en los contextos de familia, comunidad, jurídico y educativo en investigación e intervención a través de los estudiantes.


5. Línea de acción de Proyección Social en la cual se enmarca

La línea de acción a la cual se dirige esta investigación corresponde a:

· Desarrollo Comunitario, Participación y Equidad. En esta línea se inscribirán los programas y proyectos que potencien el fortalecimiento de los esfuerzos comunitarios colectivos, que propicien la participación de actores sociales en las dinámicas comunitarias y reconozcan las diferencias como un factor de participación en equidad.

6. Antecedentes, marco de referencia

Informes recientes de todos los medios de comunicación, declaran que el maltrato infantil ya ha alcanzado proporciones “epidémicas” en muchas partes del mundo. ¿Cuán seria es esta epidemia?

Cada año millones de niños sufren de maltrato psicológico, físico o negligencia. Es triste decirlo, pero los datos indican que los niños que sufren de este maltrato por lo general no se limitan a aquellos que tienen más de 10 ó 12 años, hay evidencia que muchos tienen menos de cinco años de edad y que en ocasiones tienen menos de un año.

No se exagera cuando afirmamos que la crueldad a los niños es espantosa. Los relatos de niños maltratados son desgarradores. Porque no hay un estereotipo. De hecho el maltrato de los niños traspasa las barreras económicas, raciales y sociales. Los factores raciales dependen de la composición del grupo que se estudia.

El maltrato mismo de los niños rara vez se debe a que a los padres u otros familiares no les gusten los niños, mucho menos al odio. Los expertos, con pocas excepciones, están de acuerdo en que el padre que maltrata psicológicamente o lo golpea, ama al. Hay amplia evidencia de que el que maltrata a un niño quiere actuar de otro modo, y en la gran mayoría de casos él mismo llama sus actos a la atención de las autoridades apropiadas, evidentemente con la esperanza de proteger al niño de su enfermedad [la del padre]. Y ciertamente es una enfermedad. El maltrato de los niños se ha descrito como una enfermedad crónica con agudos y repetidos episodios traumáticos.

¿Qué causa esta “enfermedad”? ¿Cómo puede una persona impedir que se apodere de ella?

Se ha hecho mucha investigación para poner al descubierto las causas del maltrato de los niños. Hay un elemento que está presente en casi todo caso. ¿Qué es? Según los expertos sobre el maltrato de los niños, más del 90 por ciento de los padres que maltratan a los hijos lo hacen debido a cólera incontrolada. ¿Qué es lo que la provoca?

A menudo la cólera resulta cuando surgen circunstancias para las cuales uno o ambos padres no están preparados. Tristemente la nueva circunstancia a menudo es el primer bebé de la pareja. Muchas jóvenes no tienen la menor idea de lo que significa cuidar de un niño. Nadie les dice acerca de cambiar pañales, combatir una fiebre, limpiar la comida derramada, levantarse de noche. Algunos padres que están encantados de atender a un pequeño infante indefenso sucumben a la desesperación y rabia cuando el chiquillo comienza a caminar de aquí para allá, a salirse de su camita o corral y a ‘meterse en todo.’ Otros se las arreglan bien con niños mayores, pero no pueden hacer frente a los infantes.

Un factor principal en el maltrato de los niños es la vida urbana. Las ciudades superpobladas con la contaminación del aire y del agua y llenas de ruido crean una tensión que muchos adultos no pueden soportar. Con demasiada frecuencia los indefensos niños llegan a ser las víctimas cuando esos adultos pierden el dominio de sí mismos.

Señalando a otro factor en el maltrato de los niños, los expertos están preocupados de que el brusco aumento en casos de maltrato de niños sea una consecuencia secundaria del desempleo creciente en la zona metropolitana de Detroit. Los padres desempleados no solo sufren de un sentimiento de inutilidad, sino que se hallan en presencia de sus hijos por mayores períodos de cada día, en vez de solo la hora o dos que acostumbraban pasar con ellos al estar empleados. Los hombres rara vez están equipados para hacer frente a los chillidos, meneos y movimientos incesantes de los niños muy pequeños.

Sin embargo, las raíces del maltrato de los niños por lo general provienen de niveles más profundos, más personales. ¿Cómo es eso? Las personas ocupadas en eliminar el maltrato de los niños recomiendan con ahínco que los padres se miren a sí mismos. Estos padres a menudo abrigan esperanzas irreales respecto a sus hijos. ¿Por qué? Muchos padres que acostumbran maltratar a sus hijos tienen poca estimación propia y se les ha hecho pensar que ‘no sirven,’ que no había modo de que pudieran realizar las esperanzas de sus propios padres. Como resultado, cuando llegaron a la madurez y tuvieron sus propios hijos, comenzaron a desempeñar el papel de que sí sirven por medio de decirles a sus hijos: ‘Ustedes no sirven, pero yo sí.’”

Afectados por la falta de amor, estos padres que sufrieron maltrato cuando niños a menudo esperan cosas imposibles de su prole. Obviamente, cada caso es diferente. Un factor constante en casi todos los casos es que un niño maltratado llega a ser un padre que maltrata. Rechazados por sus propios padres, convencidos de su propia insuficiencia, tienen dificultades en establecer relaciones normales con otras personas y esperan mucho de sus propios hijos. Esas esperanzas nunca se realizan, porque ningún niño normal pudiera ser la criatura perfecta que quieren estos padres. Y así es que el niño se trata mal, para iniciar el ciclo de nuevo.

Cuando se realizan estudios sobre este tema, los resultados muestran que en nueve de cada diez casos los que maltrataban a los niños tenían “graves problemas sociales.” En su mayoría son solitarios, con poca o ninguna asociación de grupo. Muchos de esos padres buscan satisfacer casi todas sus necesidades de compañía y afecto por medio de un niño (o niños). Consideran a los jóvenes como “adultos en miniatura” y requieren de ellos que desplieguen afecto, motivación y gobierno de sí mismo característicos de los adultos. Por supuesto, ningún infante o pequeñuelo puede cumplir esas esperanzas. Sin embargo, el que dejen de hacerlo se considera como una voluntaria desobediencia y se les castiga en conformidad.

Hay un estereotipo que caracteriza a las palabras duras, causando ánimos abatidos: “¡Torpe, más que torpe!” Por ejemplo, una mujer recuerda muy bien esas palabras. Se las decían muchas veces cuando era pequeña. ¿Quiénes?, ¿sus condiscípulos?, ¿sus hermanos? No; sus padres. Ella recuerda: “Los insultos me herían tanto que me sentía deprimida”.

El caso va más allá del sexo, un hombre no olvida el temor y la inquietud que sentía de niño cuando su padre llegaba a casa. “Hasta el día de hoy, todavía me parece oír el sonido de los neumáticos frente a la casa —dice—, y me entran escalofríos. Mi hermanita se escondía. Mi padre era un perfeccionista y siempre nos intimidaba por no realizar lo bastante bien todas nuestras tareas asignadas.” Pero ¿qué es lo más triste? Estas personas que hoy son adultas no recuerdan ni una sola vez que sus padres los hayan abrazado, besado o les hayan dicho algo como ‘Te quiero’ o ‘Me siento orgulloso de ti’. Y a un niño, no oír nunca ‘Te quiero’ le comunica lo mismo que oír todos los días de su vida: ‘Te odio’”.

Hay quienes tal vez digan que la angustia que padecieron estas personas durante su infancia fue irrelevante. Cierto, es bastante común que los niños sean el blanco de palabras duras y crueles, así como de malos tratos. No es una noticia que se destaque en los titulares y programas televisivos sensacionalistas. El daño no se ve. Pero si los padres maltratan a sus hijos de esa manera día tras día, los efectos pueden ser demoledores y perdurar toda la vida.
Muchos, ya de mediana edad, hoy sufren los efectos a largo plazo de la crianza recibida. Carecen de bienestar emocional experimentan dificultades en el matrimonio, con las amistades y hasta en el trabajo, no son necesariamente los que han tenido padres pobres o ricos, ni siquiera los de padres claramente atribulados. Son aquellos cuyos padres han sido distantes y fríos, y que les han mostrado poco o ningún afecto.

Esta conclusión no es más que un pálido reflejo de una verdad que casi no se acepta. El abuso verbal y emocional por parte de los padres exaspera a los hijos y puede contribuir a que estos acaben descorazonados.

Hoy día la depresión infantil es un mal reconocido, y bastante común. Se dice que entre los factores que la provocan están el rechazo y el maltrato por parte de los padres. En algunos casos el progenitor ha sometido al niño a un constante bombardeo de críticas y humillaciones. En otros casos simplemente existe un vacío en la relación padre-hijo: el padre nunca expresa al hijo el amor que siente por él. [...] Los efectos que se observan en los hijos de ese tipo de padres son particularmente trágicos, pues el amor es para un niño —y para un adulto— lo que la luz y el agua para una planta.

Al percibir el amor de los padres, si estos se lo manifiestan clara y abiertamente, los niños aprenden una verdad importante: son seres dignos de ser amados, son personas de valía. Muchos confunden este concepto con una forma de arrogancia, de amarse a uno mismo por encima de los demás. Pero en este contexto no tiene ese sentido. El concepto que el niño tiene de sí mismo influye en la elección de sus amigos, en la forma en que se lleva con los demás, en la clase de persona con la que se ha de casar y en la medida de lo productivo que será en el futuro.
Cuesta imaginar que un padre o una madre normales quieran destrozar algo tan importante y frágil como la autoestima de un niño. ¿Por qué entonces sucede tan a menudo? Los resultados de los estudios que se realizan ponen de relieve lo necesaria que es la presencia física de ambos progenitores. De otro modo, ¿cómo podrían forjarse lazos fuertes entre padres e hijos? Incluso en las regiones prósperas del mundo, hoy día se tiende, lamentablemente, a tratar de satisfacer a distancia las necesidades de los niños. Se les separa para que vayan a clases, para que asistan a la escuela dominical, para que vayan a trabajar, para que estén en un campamento de verano; se les da dinero y se les manda al parque de diversiones. Al haber sido arrojados fuera del núcleo familiar hasta una órbita lejana, por decirlo así, es natural que millones de niños se sientan, al menos en su subconsciente, abandonados, no queridos, rodeados de un mundo de adultos que les es hostil.

Sin importar la forma que adopte el abuso, el mensaje que reciben los niños es que no se les ama, y parece que el problema está aumentando. Cada vez más niños se convierten en inadaptados sociales, y no tienen el calor del nido. Los lazos afectivos entre padres e hijos se van debilitando, o tal vez ni siquiera se establecen. Esos niños se sienten abandonados, y su deseo de seguridad queda insatisfecho.

Los niños a quienes se niega el derecho a sentirse queridos quizás se amarguen y descarguen sus frustraciones sobre quienes los han abandonado o, posiblemente, sobre toda la sociedad.

Los jóvenes que no se sienten queridos pudieran verse tentados a huir del hogar a fin de escapar de sus problemas, solo para caer en otros mayores en ciudades plagadas por el crimen, las drogas y la inmoralidad. Se dice que este hecho es el producto de hogares rotos y de la brutalidad, que con frecuencia procede de padres alcohólicos o drogadictos. Se refugian en las calles, venden su cuerpo para sobrevivir y, luego, al ser golpeados por proxenetas y al privárseles de su autoestima, viven con el miedo a sufrir represalias si intentan escapar”. Lamentablemente, a pesar del esfuerzo sincero por cambiar tan deplorable situación, esta todavía perdura.

Los niños que crecen en las circunstancias descritas anteriormente llegan a ser adultos desequilibrados, a menudo incapaces de criar de manera adecuada a sus propios hijos. Como ellos mismos no se sienten queridos, sus hijos acaban teniendo el mismo problema: creen que nadie los quiere.

Por supuesto, millones de padres se aseguran lo mejor que pueden de que sus hijos sepan que pertenecen a una familia que los quiere. No solo se lo dicen, sino que también se lo demuestran al darles el cuidado amoroso y la atención personal que todo niño merece. Con todo, los problemas persisten, problemas que obviamente sobrepasan la capacidad de los padres para resolverlos. Citemos un ejemplo: en algunas partes del mundo, los sistemas económicos y políticos de seres humanos imperfectos no han podido proporcionar a los niños atención médica apropiada, educación adecuada ni alimento suficiente; tampoco los han protegido contra el azote del trabajo infantil y las condiciones de vida deplorables. Además, con mucha frecuencia, estas situaciones se acentúan por culpa de adultos codiciosos, corruptos, egoístas y desconsiderados.

Afortunadamente no todas las noticias son malas. Algunos organismos de las Naciones Unidas, como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), han trabajado arduamente para mejorar la situación de los pequeños. Hay más niños que nacen saludables y son inmunizados; más niños que pueden leer y escribir; más niños que tienen libertad para aprender, jugar y simplemente vivir como niños, que lo que habría podido parecer posible incluso hace sólo un decenio.

Los orfanatos y las agencias de adopción tratan de atender las necesidades de esos niños. Sin embargo, duele ver que algunos de los menos privilegiados, quienes necesitan con mayor apremio la adopción, son precisamente los que casi siempre quedan excluidos: los enfermos, los que tienen dificultades de aprendizaje, los discapacitados y los de ascendencia extranjera.

Se han fundado también organizaciones que animan a la gente a “adoptar” a un niño que viva en un país pobre, enviando contribuciones monetarias con regularidad. El dinero recibido se invierte en la educación del pequeño o en satisfacer sus necesidades básicas. Se pueden intercambiar fotografías y cartas si se desea a fin de fortalecer la relación. Aunque útil, dicho programa tristemente no ha sido la solución ideal.

Hoy persisten los esfuerzos en busca de la solución ideal. Las agencias de adopción, los orfanatos, las aldeas infantiles, el UNICEF y las instituciones y grupos similares cumplen un propósito noble al intentar proveer apoyo a los niños menos privilegiados. Pero ninguno de esos organismos puede desmentir el hecho de que existen los menos favorecidos. Por mucho que quieran, no pueden dar miembros sanos a un niño mutilado, agilizar la mente del discapacitado mental, lograr que un niño y sus padres separados o divorciados vuelvan a vivir juntos ni devolver a un pequeño el dulce abrazo del progenitor fallecido. Por mucho que lo intente, la humanidad sencillamente no puede conseguir la solución ideal para los problemas de la infancia.

La otra cara de la moneda es el efecto del sufrimiento durante la niñez en la vida adulta. El sufrimiento durante la niñez no conduce necesariamente a una vida adulta perturbada, sugieren algunos entendidos. El niño que haya sufrido algún trauma emocional no está condenado, los errores que cometen los padres temprano en la vida de éste no son irrevocables, afirman. Por otro lado, se dice que, si no podían hallar ayuda en el círculo de la familia, los niños que se ajustaban hallaban tal ayuda entre sus amistades, maestros o ministros.

Lo cierto es que todos sí podemos contribuir a la disminución de estas serias estadísticas. Personalmente aquellos que desean ayudar, lo pueden hacer estableciendo pautas que promuevan la paz, tranquilidad y comunicación en los hogares. Cuando se realizan estudios para saber las estadísticas de casos de maltratos, la cuestión no debe quedar allí, se requiere buscar estrategias y ejecutarlas bajo un cronograma de actividades, donde se delegan funciones para que en conjunto se logre ayudar por lo menos un gran número de niños que hoy sufren maltrato, ya sea de índole psicológica o física.

7. Justificación

Desde hace mucho tiempo ha surgido una gran preocupación por parte de diferentes actores, sobre los conflictos de tipo familiar que inciden en el maltrato que sufre nuestra niñez, y que cada día se presenta de la manera más execrable, mediante actos a los que incurre una sociedad de adultos analfabetas en sus formas de relación y demostraciones de afecto.

Es indispensable que como institución educativa de orden superior aportemos para que los riesgos a la que es sometida nuestra niñez disminuyan radicalmente. Es así como demostramos la formación desde la perspectiva humana, social y profesional.

“La formación por la cual aboga la UNAD debe responder a las necesidades de una Colombia post-conflicto, que supere con éxito el contexto social en el cual nos encontramos. Esto solamente es posible en la medida que la UNAD continúe asumiendo la responsabilidad de aportar desde los programas académicos a la construcción del ser y sujeto social colombiano, basada en aquello que se ha llamado lo social comunitario.”




8. Objetivo general

Diseñar e implementar estrategias de acompañamiento psicosocial a las familias que generan condiciones de riesgo a sus miembros, especialmente a los niños, a través de la interiorización de instrumentos psicológicos para que mejoren su calidad de vida integral y puedan así integrarse como familias sanas.

9. Objetivos específicos.

9.1. Realizar la caracterización de actores sociales e institucionales que intervienen en la problemática de niñez en riesgo para poder identificar las poblaciones de mayor riesgo a atender.
9.2. Diseñar una propuesta de intervención a las familias y comunidades demandantes que promueva la implementación de alternativas y estrategias para la disminución de riesgos psicosociales a la niñez.
9.3. Aplicar técnicas de recolección de información como entrevistas, encuestas, visitas domiciliarias, necesarias para identificar los aspectos que se involucran en la aparición de esta problemática.
9.4.



10. Ubicación e infraestructura.

En este proyecto se tendrán en cuenta las diferentes poblaciones determinadas por los actores sociales e institucionales como principales afectadas en la problemática de investigación, haciendo presencia con los estudiantes de nuestra institución que pueden aportar desde los diferentes cursos académicos que desarrollen.

11. Población Objetivo

Este proyecto de investigación está dirigido a la zona urbana y rural del departamento de La Guajira en sus diferentes municipios. No sería posible determinar una población total a intervenir pues esta es una problemática amplia que se propone estudiar en un plazo largo de tiempo.

12. Metodología, Actividades y estrategias

La metodología a implementar en este proyecto se apoya en los postulados de las necesidades sentidas y la constante movilización de los recursos materiales y humanos que esta posee para la consecución de estrategias de solución.

La Investigación Acción Participativa (I.A.P) permite además, ubicar el problema en el contexto sociocultural del cual surge para que la planeación, ejecución y evaluación de las acciones pertinentes estén acorde con las características específicas de la comunidad afectada.

El desarrollo del método de investigación participativa permite integrar en el proceso de los miembros de la Comunidad como investigadores activos, en vez de tomarlo como objeto investigados. Con la realización de este tipo de estudios se pretenden diseñar los lineamientos de un modelo de investigación permanente aplicable al desarrollo de diferentes comunidades, como un efecto multiplicador de la experiencia.

El modelo de investigación participativa comprende un paso integral caracterizado por las siguientes etapas metodológicas:

a) Selección de una comunidad determinada. Los criterios para escoger una comunidad específicas obedece al conocimiento previo de necesidades y comunidad, al interés del investigador y a la factibilidad del estudio.

b) Revisión de datos. Con base en el análisis de la información obtenida acerca de la comunidad se definen las necesidades o problemas fundamentales que han de ser estudiado.

Esta evaluación es la que nos permite especificar el objeto y el método del proceso investigativo.

c) Organización de los grupos. Una vez determinadas las personas de la comunidad que van a participar activamente en la investigación, se acuerda información clara sobre sus funciones, enfatizando en la necesidad de trabajar en colaboración y asesoría para determinar grupos, lugares de reunión, horarios, recursos humanos y materiales disponibles, visitas a los lugares de trabajo y cronograma de actividades.

En esta tercera etapa se pueden identificar los siguientes pasos:

Determinación de áreas problemas.

Elaboración de medios para recolección de datos.

Codificación - descodificación y análisis de información

d) Estructura administrativa de la investigación.
Tres elementos básicos constituyen la estructura de la investigación administrativa.
- Los grupos de trabajo.
- El equipo coordinador.

Los líderes de la Investigación.

Cada grupo de trabajo se integra por personas que comparten y viven en una misma situación, permitiendo así su comunicación.

Para la formación y funcionamiento de los grupos se tiene en cuenta todo lo relacionado con la organización y "dinámica de grupo"

El equipo coordinador se integra con los coordinadores de cada grupo de trabajo y a su vez está coordinado o animado por el líder de la investigación general.

El proceso de coordinación es el mecanismo más adecuado para orientar la información, participación y programación de la misma investigación-acción.

El líder coordinador general del trabajo investigativo, además de poseer todo el conocimiento del proceso metodológico, debe poseer las características de un verdadero líder de la comunidad, identificándose plenamente con su situación.

e) Desarrollo del trabajo investigativo. El equipo coordinador presenta ordinariamente a la comunidad la información y organización de los planes que debe discutir para programar sus actividades de ejecución. Con esto se pretende completar una visión integral del problema real que vive la comunidad y estimular la participación en la búsqueda de soluciones, mediante el acuerdo del plan general y la programación de actividades. Se presentan gráficamente situaciones existenciales con el propósito de que las personas expresen lo que sienten y piensan al respecto.

La observación participante se desarrolla en situaciones de la vida real, y se consideran los participantes del proceso como informantes de sus propias vivencias en los hechos concretos.

Con todo, una de las principales modificaciones metodológica introducidas por la Investigación - Acción es "la ruptura de la polaridad sujeto - Objeto", con lo cual la distancia entre las personas estudiadas (objeto) y el individuo que dirige el estudio (sujeto) se reduce a su mínima expresión.

La presencia de un "Problema" por resolver en la investigación - acción acarrea un sinnúmero de dinámicas sociales diferentes a la de la Investigación convencional. Cuando una comunidad o grupo identifican un problema, sus integrantes o líderes se transforman en estrecho colaboradores llegando a convertirse en la fuente principal de líneas directrices y recomendaciones con el proceso de investigación. Su conocimiento práctico por oposición al académico lleva al uso de metodologías y técnicas de investigación que enfatizan lo verbal y lo visual sobre lo escrito.

f) Devolución sistemática. Es el proceso de retorno del conocimiento adquirido al grupo y precisa:

- Devolver la información de manera ordenada y ajustada.

- Expresar los resultados.

- Reconocer las generalidades de las técnicas de investigación.

- Realizar un "reflujo dialéctico" del grupo de investigadores comprometidos.
- Articular el conocimiento concreto al general, Para realizar esta articulación se adopta un ritmo que va de la acción a la reflexión y de la reflexión a la acción.

En la investigación Acción Participante es necesario dar a la comunidad un sentido de identidad, orgullo y autoestima, que se logra produciendo una historia de grupo desde su propia perspectiva. Otorgándole especial atención a la identificación de los valores del grupo y a sus principales logros para obtener la liberación.
En síntesis, las fases de la Investigación Acción Participativa son:

1.) Fase exploratoria de la Comunidad e identificación de necesidades básicas.
2.) Descripción de la problemática con sus variables e indicadores de valoración.
3.) Elaboración de una estrategias educativas con sus acciones de ejecución.

Finalmente, los elementos básicos de la IAP, son:

a) Detección de necesidades y problemas comunes.
b) Observación permanente y participante.
c) Metodología vivencial, activa o dinámica.
d) Socialización de las técnicas de investigación.
e) Auto-descripción con variables e indicadores.
f) Proceso permanente de retroalimentación y cambio.

El trabajo en equipo es importante porque se aprende en la práctica a trabajar en equipo, buscando siempre el equilibrio armónico y productivo.

No hay comentarios: